Proyecto de Ley de Financiamiento 2025: una propuesta que mueve el panorama fiscal y empresarial en Colombia
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Lo que las empresas en Colombia deben anticipar, ajustar y transformar ante los cambios de la Ley 2466 de 2025
La Ley 2466 de 2025 redefine principios fundamentales del trabajo en Colombia y refuerza la protección al trabajador.
Introduce cambios relevantes en contratación, jornadas laborales, procesos disciplinarios y obligaciones del empleador.
La reforma impone retos operativos y financieros, especialmente en sectores con alta rotación, turnos extendidos o esquemas tercerizados.
Las empresas deben adaptarse de forma planificada, priorizando medidas urgentes y alineando sus procesos internos a los nuevos estándares legales.
Contar con un diagnóstico de cumplimiento, una hoja de ruta escalonada y un enfoque preventivo será clave para una transición exitosa.
Colombia ha dado un paso significativo en la transformación de su marco laboral con la entrada en vigor de la Ley 2466 de 2025, una reforma estructural que redefine principios, derechos y obligaciones en el mundo del trabajo. Esta nueva legislación no solo actualiza disposiciones del Código Sustantivo del Trabajo, sino que introduce un enfoque más garantista para los trabajadores y demanda una revisión profunda de las prácticas empresariales en materia de contratación, jornadas laborales, tercerización e inclusión, entre otros frentes.
Para los empleadores, comprender a fondo esta reforma no es solo un tema de cumplimiento normativo: es una necesidad estratégica. La forma en que las organizaciones aborden esta transición definirá en gran medida su sostenibilidad, reputación y capacidad de atraer y retener talento en el nuevo entorno laboral.
¿Qué cambia con la Ley 2466 de 2025?
La ley introduce una serie de transformaciones clave que impactan de forma directa la operación y gestión del talento humano en las empresas. Entre los principales cambios se destacan:
Reconfiguración de la contratación: se establece el contrato a término indefinido como la norma general; los contratos a término fijo se limitan y se regulan sus prórrogas. El contrato de aprendizaje se convierte en un contrato laboral especial y se introducen contratos específicos para deportistas profesionales y trabajadores de las artes y la cultura. Se establece una regulación más estricta en materia de tercerización e intermediación laboral.
Jornadas laborales más controladas y aumento en la compensación: se genera un mayor control sobre las jornadas, se introducen límites y se plantean nuevas alternativas. Se crean sobrecostos por trabajo nocturno, en días festivos y en días de descanso obligatorio. Se introducen regulaciones específicas para periodistas y profesionales afines, así como flexibilidad laboral para cuidadores.
Cambios en las facultades disciplinarias del empleador: la reforma exige mayor trazabilidad en los procedimientos disciplinarios, más garantías de defensa al trabajador y una fundamentación más sólida de las decisiones, lo que impacta el Reglamento Interno de Trabajo (RIT) y las prácticas de gestión humana.
Nuevas obligaciones: las nuevas obligaciones establecidas por la reforma laboral incluyen la concesión de licencias remuneradas para que los trabajadores asistan a citas médicas y obligaciones escolares. Se establece una cuota de contratación de personas con discapacidad. Asimismo, se implementan medidas para eliminar la violencia, el acoso y la discriminación en el trabajo.
¿Qué retos plantea esta reforma para las empresas?
La implementación de la reforma no es homogénea: cada empresa deberá enfrentar desafíos particulares según su estructura, nivel de formalización, sector, ubicación geográfica y modelo de negocio. Algunos de los principales retos que ya están en el radar de los equipos de gestión humana y áreas legales son:
Revisión urgente de esquemas de contratación: los contratos por prestación de servicios, especialmente en actividades misionales o con alta continuidad, así como los contratos a término fijo o por duración de la obra o labor determinada, podrían ser cuestionados bajo los nuevos criterios legales.
Adecuación del RIT: las empresas deberán ajustar sus reglamentos y políticas internas para alinearse con las nuevas garantías laborales.
Impacto financiero por costos adicionales: los cambios en la jornada, los recargos, las nuevas licencias y obligaciones pueden representar incrementos significativos en los costos laborales, especialmente en sectores como comercio, salud, vigilancia o servicios.
Gestión de riesgos legales y reputacionales: la reforma amplía el margen de interpretación judicial en favor del trabajador, lo que exige una mayor trazabilidad en la gestión de relaciones laborales y documentación de soporte.
¿Cómo prepararse para los cambios de la reforma?
La Ley 2466 de 2025 no solo exige cumplimiento normativo, sino una capacidad real de adaptación. La transición hacia el nuevo modelo debe ser ordenada, preventiva y estratégica. Las empresas deben anticiparse a las fechas de entrada en vigor de las disposiciones más críticas y contar con un plan estructurado que les permita alinear sus procesos, contratos, políticas y cultura organizacional.
En este contexto, resulta clave:
Diagnosticar con precisión los impactos de la reforma, entendiendo cómo afecta cada frente de la operación.
Establecer un plan de acción por fases, priorizando las medidas que no dan espera (como la revisión de contratos, reglamentos y esquemas de jornada) y proyectando las que requieren mayor análisis presupuestal o tecnológico.
Fortalecer la trazabilidad documental y los procesos internos, de cara a eventuales requerimientos de autoridades laborales o procesos judiciales.
Capacitar a líderes, equipos jurídicos y de talento humano, para que la implementación no solo sea técnica, sino también pedagógica y sostenible.
Escuchar a los trabajadores y adaptar la comunicación interna, promoviendo entornos de confianza frente a los cambios.
Acompañamiento especializado: una mirada estratégica y técnica
Entender los alcances de esta reforma y tomar decisiones informadas requiere una mirada técnica, contextualizada y multidisciplinaria. Cada empresa parte de una realidad distinta, por lo que no existen soluciones únicas.
La reforma laboral no solo implica adaptarse: es una oportunidad para rediseñar el modelo de trabajo con criterios de legalidad, eficiencia y bienestar. Acompañar esa transformación, desde lo estratégico y no solo desde lo normativo, es parte del compromiso que asumimos junto a quienes construyen el empleo en Colombia.
Resumen
La Ley 2466 de 2025 marca un cambio estructural en el marco laboral colombiano, con implicaciones profundas para la operación y sostenibilidad de las empresas. Más allá del cumplimiento normativo, la reforma exige una revisión estratégica de la gestión del talento, los esquemas de contratación y los procesos internos. En este análisis, te explicamos los principales cambios, los retos que enfrentan las organizaciones y las acciones clave que deben emprender de inmediato. Prepararse adecuadamente será fundamental para garantizar el cumplimiento, reducir riesgos y aprovechar la reforma como una oportunidad para fortalecer el modelo laboral.
Adriana Alejandra Fernández Montejo, Senior Manager de People Advisory Services
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