Las exportaciones colombianas a Estados Unidos crecen pese a la guerra comercial de Trump
- comunicaciones
- 13 jun
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Las ventas a Washington aumentaron un 14% durante el primer cuatrimestre y consolidan al país norteamericano como el mayor socio comercial de Colombia

La guerra comercial lanzada por Donald Trump a inicios de abril, cuando anunció la imposición de aranceles a todas las importaciones a Estados Unidos, puso en jaque al mercado global. Colombia, un país muy dependiente de las ventas a Washington, temía entonces que la actividad con su mayor socio comercial se desacelerara y perjudicase a varias industrias nacionales. Las cifras reveladas la semana pasada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) han demostrado lo contrario: las exportaciones colombianas a Estados Unidos crecieron un 14,4% durante el primer cuatrimestre del año, a comparación con el mismo periodo de 2024.
El avance es notable en varias industrias clave. Las exportaciones a Estados Unidos de café —uno de los productos más apetecidos en el mercado global— subieron en un 107%. La floricultura, que vive su mejor época en el primer tercio del año por la celebración de San Valentín, el 14 de febrero, registró por su parte un alza en las ventas del 8,7%. El mayor impulso entre enero y abril lo registraron las industrias de los minerales (+149%) y la de la fundición de metales como hierro y acero (+463%).
A pesar de algunas reducciones en otros sectores, como en el de los combustibles y los textiles, la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham) celebró el alza general. La presidenta de la entidad, María Claudia Lacouture, explica en un intercambio de mensajes que Colombia ha conseguido “mejorar su posición relativa en el mercado estadounidense”.
La administración Trump impuso a Colombia un arancel del 10%, el más bajo en la escala que creó para todos los países y mucho menor que el de grandes socios comerciales de Washington como la Unión Europea (20%), China (34%) o Corea del Sur (25%). Por ello, “el país logró mantener e incluso mejorar su posición relativa en el mercado estadounidense”, afirma Lacouture, quien considera que con esta mejora competitiva de Colombia con respecto a otros oferentes globales, es un buen momento para “diversificar el mercado y fortalecer capacidades logísticas y productivas”.
Las cifras positivas no escapan de un contexto de gran fragilidad de la relación entre Bogotá y Washington. A comienzos de mayo, el enviado especial del Departamento de Estado para América Latina, Mauricio Claver-Carone, lanzó una advertencia que, de hacerse realidad, pondría en juego la buena hora de las exportaciones a Estados Unidos. “El acercamiento del presidente [Gustavo] Petro con China es una gran oportunidad para las rosas de Ecuador y el café de Centroamérica”, dijo, en alusión a que los principales productos que exporta Colombia a su socio del norte se verían en peligro por su fortalecimiento de las relaciones con Pekín y su adhesión a la Ruta de la Seda.
Petro ha mostrado ser consciente de que la estabilidad económica nacional pasa también por mantener las buenas formas con Washington. A la amenaza de Claver-Carone, el presidente respondió entonces que esperaba que Estados Unidos le permitiera a Colombia “seguir siendo socios de tú a tú”.
El mandatario colombiano escenificó su acercamiento a Pekín durante una reunión bilateral con su homólogo chino, Xi Jinping, en la que se comprometieron a estrechar la cooperación en un momento en el que las exportaciones al gigante asiático no solo no despegan, sino que caen. Durante el primer cuatrimestre del año, las ventas colombianas a China cayeron un 27,7%, con bajas significativas en sectores como el café, el combustible y las piedras preciosas. En abril, China ni siquiera estaba en el top 5 de los principales destinos de las exportaciones, mientras que Estados Unidos lideró la lista ese mes al acaparar el 31,7% de las compras totales.
Tomado de El País
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