top of page

Riesgos bien gestionados, empresas más fuertes

LOGO-MARSH-RIESGOS

En un mundo donde la volatilidad es la única constante, las organizaciones enfrentan un dilema permanente: reaccionar ante el riesgo cuando ya se ha materializado, o anticiparse con una estrategia clara que les permita transformar la incertidumbre en oportunidades de crecimiento. El verdadero reto no está en evitarlo, sino en comprenderlo, gestionarlo y convertirlo en un motor de resiliencia y sostenibilidad.


Son más las compañías que descubren que la ausencia de un plan de gestión no solo las expone a pérdidas financieras, sanciones regulatorias o daños reputacionales, sino que también limita su capacidad de innovar y responder con agilidad a las dinámicas del mercado.


En este sentido, hablar de riesgos no significa referirse únicamente a pólizas o planes de contingencia: implica hablar de visión estratégica, de futuro, y de la manera en que se protege lo más valioso, desde el talento humano hasta la confianza de los clientes.


Una estrategia de riesgos bien diseñada parte de un principio fundamental: donde hay riesgo, también hay oportunidad. Identificar posibles contingencias permite a las empresas no solo protegerse, sino también descubrir nuevos caminos para diferenciarse, innovar y crecer. La evaluación rigurosa de escenarios, el análisis de impactos y la implementación de planes de tratamiento adaptados al perfil de cada organización son pasos que otorgan conocimiento, control y, sobre todo, confianza.


Los líderes empresariales que entienden esta premisa saben que la gestión de riesgos no es un gasto, sino una inversión en sostenibilidad. En un entorno marcado por el cambio climático, la digitalización, los ciberataques y la disrupción en cadenas de suministro, contar con procesos de identificación y mitigación robustos es tan crucial como tener una estrategia comercial o financiera.


Ambas dimensiones están íntimamente conectadas: las organizaciones que administran de manera integral sus riesgos logran mayor eficiencia, fortalecen su reputación, atraen talento y se adaptan con rapidez a los retos normativos y sociales de su entorno.


La experiencia demuestra que aquellas empresas que han incorporado la gestión de riesgos en su ADN, en lugar de considerarla un asunto aislado o reactivo, alcanzan niveles superiores de madurez y se convierten en referentes de sus industrias. No se trata de evitar errores o crisis, sino de estar preparados para enfrentarlos con metodologías claras y una cultura consciente de que los riesgos no desaparecen: se administran.


En este punto, el rol de un aliado estratégico cobra especial relevancia. Ninguna organización, por sólida que parezca, puede enfrentar sola la complejidad de los desafíos actuales. La experiencia, el conocimiento global y la capacidad de anticipación son factores que marcan la diferencia.


En Marsh creemos en ese enfoque. Desde hace más de 75 años en Colombia hemos acompañado a empresas de distintos sectores a integrar la gestión de riesgos en el corazón de su estrategia, ayudándolas a crecer con mayor seguridad y confianza. Porque, al final, gestionar el riesgo no es únicamente protegerse del futuro: es estar listos para construirlo.

ree



Miguel Barros, Vicepresidente del Segmento Corporativo y Comercial de Marsh Colombia


 
 
 

Comentarios


bottom of page